Hay personas que saben gestionar sus emociones y pueden sobrellevar el miedo de una manera fácil y sin mayores complicaciones. Pero una situación tan deseada como un embarazo, que se produce tras una larga búsqueda y que llega gracias a la reproducción asistida hace que esos miedos se puedan vivir incluso con mayor intensidad. De ahí que durante mi embarazo os haya ido confesando cuáles han sido mis pequeños grandes miedos en el primer trimestre y en el segundo trimestre.
En la entrada de hoy me explayaré sobre esos nuevos y viejos miedos que han estado presentes en mi tercer trimestre de embarazo. Creo que verbalizarlos ayuda a sobrellevarlos de una manera mucho más sana y natural. Así que mi consejo, antes que nada, es que habléis con una persona de vuestra entera confianza de las preocupaciones que os pueda generar el embarazo.
Ecografía de las 32 semanas ¿estará todo bien?
La ecografía de las 32 semanas es la última que se realiza en la Seguridad Social y, por tanto, la información que se pueda extraer de ella es de vital importancia. Saber que el bebé está creciendo y tiene un peso y una altura acordes con la edad gestacional es un buen indicador. En nuestro caso concreto y con la mala experiencia en esta ecografía, nos quedamos bastante intranquilos. Suerte que llevamos un control complementario en la clínica privada donde nos hicimos el tratamiento de reproducción asistida. Así hemos podido observar una evolución mucho más detallada de nuestra pequeña princesa.
Posición del bebé
Otra de las grandes preocupaciones del tercer trimestre es si el bebé se colocará por sí solo en posición cefálica. Habitualmente, un alto porcentaje de bebés lo hacen de manera natural antes de que finalice el embarazo. El hecho de no colocarse en cefálica supondría una cesárea programada porque a día de hoy pocos equipos médicos están preparados para un parto natural de estas características. El día que nos dijeron que BabyE ya tenía la cabeza hacia abajo, para nosotros fue un alivio, un miedo menos que tener. Además, lo supimos relativamente pronto, a las 29 semanas. Aunque siempre piensas eso de que «que no se vuelva a dar la vuelta ahora». Porque, efectivamente, podría pasar con la dificultad añadida de que el espacio que tiene el bebé para maniobrar es mucho menor cada vez.
Movimientos del bebé
Sentir a tu bebé en la barriga es uno de los mayores placeres del embarazo, no me cabe la menor duda. De hecho, el hecho de sentirle es una señal de bienestar fetal. Pero hay en ocasiones que no se le siente tanto y llega un momento, cuando el embarazo está muy avanzado, que los movimientos son bastante distintos. No obstante, notar esas patadas y desplazamientos ayudan a mantener la calma y pensar que todo está bien.
Parto prematuro
En esta tercera parte de miedos durante el embarazo recupero el del parto prematuro. Desconozco si en el caso de una mujer embarazada de forma natural sin mayores dificultades, aparece este miedo en el mismo grado que en el caso de una mujer que ha pasado por la reproducción asistida para lograr el embarazo. Desde esta segunda perspectiva, puedo decir que uno de mis grandes miedos era tener un parto prematuro. No por el hecho de que nazca antes, sino por los posibles problemas asociados que puede presentar un bebé nacido antes de la semana 37 de gestación. Por tanto, el primer hito a salvar era el de cumplir las 37 semanas de embarazo. Una vez cumplidas, hemos respirado más tranquilos. En nuestro entorno han habido partos prematuros porque el bebé no ganaba peso o por rotura de bolsa, y sabiendo lo que han pasado los respectivos padres y madres de las criaturas pues concentras las energías en que todo va a ir bien. Mantras positivos que te repites una y otra vez.
Y vosotras, ¿recordáis qué otros miedos os preocuparon durante el tercer trimestre del embarazo? En las próximas entradas de esta serie de post, hablaré de los miedos que surgen antes, durante y después del parto.
