Hace mil que no escribo nada en el blog. Hay muchas prioridades que atender y las tareas están bien repartidas en VillaRevuelta. Pero no quería dejar pasar la ocasión de celebrar con todas vosotras que ayer, domingo, Baby E cumplió 38 semanas de vida. Las mismas semanas que estuvo dentro de mamá. ¡38 semanas dentro y fuera de mamá! se dice pronto.
Así que este post va dirigido en exclusiva a una mamá que día a día demuestra su coraje y fortaleza, hablo de Esther. En mi cabeza lleva tiempo rondando esta idea pero plasmarla en palabras se me hacía un tanto complicado. No era por timidez o por vagueza sino porque quería aprovechar un momento de inspiración y sosiego para no desviarme en poner lo que realmente quería.

Dedicado a una mamá única

 

Ante todo quisiera lanzar un mensaje de admiración a todas aquellas madres que, como mi mujer, hacen todo lo que les es posible y más por sus hijos e hijas. Ahora me toca describiros lo que percibo de Esther para con nuestra hija. Nunca pensé que pudiera caber tanto amor de una persona hacia otra tan repentinamente. De la noche a la mañana. Me parece algo mágico sin duda. La manera que tiene mi mujer de demostrárselo a BabyE es tan tierna, y a la vez derrocha una complicidad fuera de lugar, como si ya se conocieran desde antes de nacer. Bueno, en realidad, me llevan nueve meses de ventaja. Existe una conexión tan increíble en el vientre que me abruma.

Nunca tuvo claro si daría el pecho, y tenía cierto pudor de hacerlo delante de desconocidos, y mira por donde ahora lo hace con naturalidad. Los inicios con la lactancia fueron duros. Yo incluso le llegué a insistir en que lo dejara, pero luchó por establecer la lactancia materna exclusiva ¡y lo logró!. Tampoco le gustaba el deporte y ahora practica a diario el levantamiento de bebé a demanda, con mucho gusto y amor a raudales; si está agotada no le importa pues siempre saca pilas duracell.

La maternidad saca tu mejor versión

Es más, su dedicación es tal que no tiene apenas tiempo para ella y menos para su ocio particular, pero no parece importarle pues con tal de que nuestra hija sea feliz y esté bien es feliz. Admiro su preocupación por todo lo relacionado con la nena, si tiene aires, si tiene hipo, si está malita, si pasa o no frío o calor, si ve un comportamiento diferente a lo normal. Ella siempre alerta y desviviéndose. Ser madre no es tarea fácil y requiere mucha constancia y trabajo, nosotros, los padres, también podemos llegar a ese nivel pero la unión e instinto protector que tienen las madres es único e inimitable.

En definitiva, Esther me demuestra día a día que el amor por nuestra bebé es infinito y eterno. La admiro por como ha afrontado desde el inicio su rol como madre y lo bien que lo está haciendo. Su felicidad depende del estado de su bebé pero lo que no sabe o no se ha dado cuenta es que se ha convertido en una MADRE ÚNICA para una bebé única, un nuevo título que ni siquiera sabia que existía, en resumidas cuentas un espejo perfecto donde mirarme a diario.

De tu marido que te adora a ti y a nuestra pequeña bebé koala.

 

Suscríbete a nuestra Newsletter

Si quieres estar informada de las últimas novedades y recibir contenido exclusivo apúntate a nuestra Newsletter. No recibirás spam, a nosotros tampoco nos gusta.

Rellena el siguiente formulario para suscribirte. Tranquila, vas a recibir máximo 1 correo al mes.

crear newsletter

¡Bien! Ya estás suscrita.

Pin It on Pinterest

Share This