Esta entrada ha surgido de forma bastante espontánea haciendo memoria sobre aquellos hechos o momentos memorables que estoy viviendo durante este embarazo tan deseado y tan vivido a fondo. Y es que siempre quedan grabados en la memoria aquellas acciones que te arrancan una sonrisa al recordarlas. Así que aquí tenéis mis primeras anécdotas de embarazada y quién sabe si en el futuro tenga más para contaros jejeje.

Cuando abrazarte con tu pareja se convierte en choque seguro

Mr. D y yo somos dos personas cariñosas a las que nos gusta darnos muestras de amor y de cariño asiduamente. ¿Qué pasa? Que al principio del embarazo no hay mayor impedimento para abrazarse y acurrucarse el uno con el otro pero desde el quinto mes de embarazo la cosa, en nuestro caso, ha empezado a cambiar y ya el abrazo suele ser cosa de tres porque lo hagamos como lo hagamos mi barriga siempre choca con la suya…no quiero imaginarme en la recta final del embarazo cómo puede llegar a ser la peripecia.

La verdad es que nos reímos mucho cuando nos abrazamos y notamos que no hay espacio entre su cuerpo y el mío y es que BabyE es quien nos une desde ya, lo cual es muy bonito y especial. Pero eso sí, nada de abrazos espontáneos y efusivos como los de las películas en los que las dos personas van corriendo a abrazarse, eso supondría un choque frontal de grandes dimensiones.

Yo juraría que antes me veía mis partes

Yo no sé si a vosotras os ha pasado pero os cuento. Cuando me empezó a crecer la barriga no era muy consciente de las dimensiones que iba a tomar en poco tiempo, tanto que para cuando me quise dar cuenta ya no era capaz de ver mis partes íntimas femeninas. Aquel día me quedé pensando, ¿y cómo es posible que me haya crecido tanto la barriga y yo no me haya dado ni cuenta de la progresiva desaparición de campo de visión por los bajos fondos?

Da igual que lleves un embarazo consciente, te sorprendes de ti misma cuando un día te paras delante del espejo y piensas que tu cuerpo toma una forma muy curiosa, y que tus curvas son las más bonitas del mundo aunque ellas te impidan tener visión directa a partes del cuerpo que toda tu vida te has visto sin mayor dificultad. ¡Lo que cambia el cuerpo estando embarazada!

Te duermes en cualquier parte y de cualquier manera

Pero quizás la anécdota más curiosa de todas es, en mi caso concreto, la habilidad que he desarrollado en la nocturnidad para quedarme dormida en cualquier sitio y en cualquier posición. Procedo a explicarme. Han sido dos sucesos aislados pero no descarto que vuelvan a repetirse.

Situación 1: Me levanto a la noche al baño y mi marido detecta que pasado un par de minutos no vuelvo a la cama. Se levanta para inspeccionar el baño y al yo sentirlo me despierto sentada en la taza del váter. Os podéis imaginar las risas que esta vivencia suscitaron al día siguiente. Menos mal que mi marido tiene sueño ligero y me suele sentir cuando me levanto, que sino podía haber estado un buen rato dormitando con el culete al aire jajaja.

Situación 2: Mi marido enciende la luz y me descubre sentada en el borde de la cama durmiendo. Se ve que en algún momento me levanté a hacer pis y como no tenía muchas ganas decidí esperar olvidándome de volver a mi posición de tumbada. Mr. D no daba crédito y yo ya empezaba a asustarme porque la próxima vez podía ser épica después de los antecedentes. De momento, no se ha vuelto a repetir.

Hasta aquí el anecdotario de la primera parte del embarazo, ¿alguien en la sala que tenga anécdotas divertidas, curiosas, extrañas o escalofriantes que contar? Estaremos deseando leerlas.

Firma Ms. E

Sobre Esther B.A.

Soy Esther, una mujer inquieta, una mamá de alta demanda y profesional de la educación.

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