Después de mucho tiempo vuelvo a mi riconcito de Confesiones. Se dice pronto, 18 meses, 1 año y medio… es el tiempo que llevamos recorridos en busca de un embarazo que no llega. Y no es que no llegue porque no hemos probado todo tipo de posturas cual acróbatas circenses o porque estemos estresados, nerviosos o pensemos en ello. No llega porque es muy complicado, en nuestro caso, que llegue de forma natural. La vida a veces te pone piedrecitas, piedras, pedruscos o rocas que pesan como moles por el camino; y de todo se aprende en esta vida. Aprendes a gestionar tus emociones, a no culparte por cualquier cosa que hagas o no hagas, aprendes a disfrutar con tu pareja para que la relación se fortalezca en vez de debilitarse. Aceptas que la infertilidad es algo más habitual de lo que nos hacen creer desde que somos pequeñas y que no hay nada malo en ello.
Ahora, a sabiendas que soy infértil y que el problema principal lo tengo yo, he aprendido a mirarme al espejo y pensar que soy afortunada de tener el entorno que tengo, de poder contar mis experiencias y sentirme escuchada, apoyada y entendida por personas como vosotras y vosotros que me leéis cada vez que escribo unas líneas. No es fácil asumir que mi oportunidad para ser madre pase por un tratamiento de reproducción asistida, porque nadie te prepara para esto. Socialmente existen demasiados tabúes respecto a este tema aún, y cruzar la barrera de decir que estoy deseando ser madre pero que yo, salvo milagro de última hora, necesitaré de la ciencia para intentar cumplir ese deseo, ese sueño… pues he de reconocer que de momento no lo voy anunciando, no me nace tomar la iniciativa de hablar de embarazos o de tener hijos. Sin embargo, tengo claro que si alguien me pregunta si no estamos buscando familia no le ocultaré nuestras dificultades y que nuestra esperanza está puesta en la reproducción asistida.
Y es más, pienso que somos afortunados de poder hacer frente al tratamiento por lo privado, evitando así tener que pasar por inseminaciones artificiales que en mi caso resultarían igual de inútiles que mis intentos de forma natural. Porque sí, un tratamiento de reproducción asistida es caro, muy caro…pero las cosas como son, todo el dispositivo que supone un TRA requiere de la intervención de muchos profesionales, tecnología y demás personal.
Soy totalmente consciente de que puede que no sea llegar y besar el santo y que me quede a la primera, de que el proceso es largo, duro y sinuoso… pero teniendo claro tanto Mr. D como yo que queremos intentar formar una familia… no tenemos nada que perder y sí mucho que ganar, o por lo menos un motivo por el que ilusionarnos. Siempre existirán incertidumbres, miedos, inseguridades, reticencias… pero el que no apuesta no gana y si mi aparato reproductor femenino necesita un empujoncito externo… no quiero tirar la toalla antes de tiempo.
A menos de una semana para la cita con el jefe de la unidad de reproducción asistida (Dr. K), tengo incertidumbre de saber los resultados de todas las pruebas que nos hemos realizado, a parte de que tengo ganas de saber qué nos deparará los próximos meses. Mientras tanto, nuestra filosofía de vida es disfrutar al máximo de nosotros, mimarnos, sentirnos bien, querernos mucho y escucharnos.
Nadie te prepara para ser infértil sin tener cierto grado de culpa o de vergüenza, hasta que te toca vivirlo en primera persona y entiendes muchas cosas, que de otra forma, son casi imposibles de sentir, comprender o asimilar. Nuestras ganas de ser padres se multiplican cada ciclo que pasa, y se va creando una consciencia de qué significaría la maternidad/paternidad en nuestras vidas. Es un proceso más largo, más duro; pero quiero pensar que será aún más gratificante.
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Sobre Esther B.A.
Soy Esther, una mujer inquieta, una mamá de alta demanda y profesional de la educación.
Campeona,ya solo con esa actitud lo eres. Se que va a salir bien.
Gracias mi niña!
A mí me parece estupendísimo que lo intentéis, yo también lo haría. Y, como tú dices, por suerte podéis pagarlo. Muchos ánimos, cielo. El camino puede que sea duro, pero valdrá la pena. Un beso enorme!
Tienes mucha razón en todo lo que escribes y creo que estás enfocando la situación desde la postura correcta, es decir, detectado el problema te pones a buscar soluciones en vez de compadecerte y desesperarte.
Verás, por una enfermedad genética que tengo yo siempre he tenido la duda de si sería infértil o no, ahora, metida de lleno en tratamientos sé que esa malformación genética no es la causa de mi infertilidad, pero cuando yo pensaba que era la culpable de no quedarme embarazada lo pasé mal y me sentía culpable. Ahora que sé que en realidad eso no afecta a mi infertilidad no me siento mejor, quiero decir que el problema de la infertilidad sigue ahí. Da igual que sea tu endometriosis, o un esperma de baja calidad o que, como en mi caso, no se haya detectado ninguna causa. Cuando aparece la infertilidad es un problema de la pareja y se debe afrontar entre dos. Nadie tiene más culpa ni más responsabilidad que el otro. Imagina que tú estuvieras perfecta pero tu marido tuviera algún problema en su esperma ¿le querrías menos? ¿le culparías por no ser fértil? Estoy segura de que no, y le apoyarías y te someterías a todos los tratamientos que fueran necesarios.
Sé que lo has pasado mal, te ha costado asumir este problema pero también veo que estás saliendo del pozo y me alegra verte tan fuerte y segura de los pasos a seguir. Te queda un camino duro pero cada vez que tengas la sensación de que vas a caerte vuelve a leerte a ti misma en este post por esta es la actitud positiva que debes intentar mantener siempre. Y bueno, siempre que te caigas estaremos nosotras por aquí dándote ánimos.
Un beso muy muy grande!!!
Gracias por tu testimonio Sarita! Efectivamente, da igual quién de los dos tenga el problema porque al final la infertilidad afecta a la pareja de igual manera. Sí que es cierto que el tratamiento incide directamente en la mujer, porque es quien se lleva el chute hormonal, pero si no hay una perspectiva y un proyecto común, la relación se puede resentir al mínimo paso que se dé. O incluso puede no llegar a darse el paso de hacerse las pruebas de fertilidad, que conozco casos. Pero bueno, ahora toca ir fortaleciéndose y asimilando lo que viene por delante, para que al menos la caída, sea un pequeño tropiezo en este proceso. Besazos corazón y a por todas!
Eres una luchadora! y me alegra ver como escribes estas palabras con sinceridad, nadie os prepara para esto y es la gente fuerte la que consigue seguir adelante con tratamientos durísimos mucho animo, y mucha fuerza . Lo conseguirás.
Mil gracias por tus palabras, de verdad que son un revulsivo para afrontar este proceso. Ahora toca ir cogiendo impulso porque lo que viene es novedoso y la mente y el cuerpo han de estar preparados para afrontar esta aventura. Un beso!