Empezamos nueva semana, una semana extraña tras lo ocurrido el viernes pasado en Francia. De estas cosas que te encogen el corazón y te dejan tocada. Pero el show debe continuar y por eso, esta semana seguiremos al pie del cañón en el blog con cierta normalidad. Porque el silencio sería darles la razón. Todos somos París. Hoy como cada lunes, toca confesión… ¡Enséñame la tripa y te diré si estás embarazada!
Hace unos días me sentí muy extraña al encontrarme con unos conocidos de mis padres, dos matrimonios en concreto. Su saludo fueron dos besos y mirarme la tripa. Sí, tal cual leéis. Yo que soy una persona que se fija mucho en cómo actúa la gente me percaté de inmediato. La verdad es que no me había dado cuenta de este detalle hasta ese día y me pareció que es de mal gusto hacer ese gesto, máxime cuando no tienes una amistad o confianza suficiente con esas personas como para decirles nada de tu vida privada.
La reflexión que hice de aquel momento es que todavía estamos anclados en que después de una boda ha de haber embarazo. Cada pareja puede hacer lo que quiera, y aunque nuestro caso fuera precisamente ese, que nos pusimos a buscar tras la boda, ello no quiere decir que la gente tenga derecho a escanear mi cuerpo en busca de evidencias de embarazo. ¿No os parece una situación un tanto descarada? Lo mejor de todo es que ya no sólo fue cosa de las mujeres, sino que los hombres -sus maridos- también tenían interés en averiguar si había algo bajo mi blusón. El caso es que se quedaron con las ganas porque la prenda que llevaba era más bien holgada y no se apreciaba mi no embarazo.
Todo esto con el agravante de que las mujeres en cuestión después siguieron indagando y me aconsejaron que no dejara mucho la búsqueda que con la de casos que hay que retrasan la maternidad y luego tienen problemas para ser padres… Yo al oír esto me quedé pensado «Ayhhh si yo os contara…«. En esta ocasión me callé porque si llego a decir algo probablemente me hubieran terminado diciendo que es que claro, cuando deje de pensar en ello me quedaré. Porque esto es así, algunas personas van de topicazo en topicazo cuando hablan de embarazo o de maternidad.
¿Alguien ha vivido una situación parecida? Porque yo saqué en claro que no me gusta que me miren la tripa, que mi tripa es mía y punto pelota, no la comparto con los ojos curiosos de personas cotillas. Y por supuesto, no pienso meter tripa y contener respiración cada vez que me encuentre con alguien conocido.
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Sobre Esther Berdote
Soy Esther, Doctora y profesional de la educación. Hace 6 años que comencé mi periplo en el mundo digital hasta llegar a hacer de ello un estilo de vida que me hace sentirme feliz y libre. He hecho de mi pasión, mi profesión.
Estas cosas pasan, no las tomes a mal. Nosotros tuvimos que aguantar la presión porque ya sabían que buscábamos y que no llegaba y, por supuesto, hubo que aguantar el consabido «Tu tienes que relajarte que eso SIEMPRE funciona». Luego nos quedamos y no dijimos nada y seguían con el mantra: «Ralájate, es que estás tan estresada que así no lo vas a conseguir». Luego el aborto (y entonces hubo que contar el embarazo, claro) y ahí la gente si que tuvo bastante más tacto aunque siempre estaba alguien con la consabida «Tu no te preocupes que mujer legrada, mujer preñada» (que eso si que hacía daño). Luego el embarazo que volvía a no llegar con lo que la frase anterior empieza a hacer si cabe más mella (¿pero la sabiduría popular no dice que si he tenido un aborto ahora mismo debería llevar ya dos meses por lo menos preñada?). Y finalmente, el embarazo. Al principio con mucho miedo y ahora, sinceramente, me encanta mirarme la tripa y que me la miren. Incongruencias que tiene una.
Un abrazo 🙂
Gracias por contar tu propia experiencia de manera tan detallada. Efectivamente, es inevitable que nuestro entorno hable, opine y comente con desconocimiento. Un abrazo preciosa
De momento no he vivido estas miradas indiscretas. Me conformo con lo típico: «¿Y vosotros para cuándo?», «A ver si la Navidad que viene podemos ser uno más por aquí…», estas dos han sido topicazos desde que M. y yo nos fuimos a vivir juntos hace 5 años. Ya ves, 5 años escuchándolo y no nos hemos puesto hasta ahora,jejeje.
Y tras la boda… sólo un par de veces me han dicho que si no me animaba o directamente me han animanado a ello. Pero todo llegará, que a la gente le gusta mucho hablar de los demás y olvidarse de sus tristes vidas. Así que yo de ti, si te vuelven a mirar la tripa, los miraría a los ojos sin quitar la mirada para que se sientan incómodos.
Un besazo, guapa!
Buena táctica. Me la apunto jejeje. Gracias por tu mensaje y a ver si en una buena temporada nos dejan tranquilas
Demasiadas veces tenemos que lidiar con este tipo de circunstancias. Hay personas que se enfrentan a esto de una manera directa y hablan claramente de su infertilidad, otras, como es mi caso, optamos más bién por respuestas esquivas y evasivas. Mucha gente ni se imagina lo que hay detrás de una pareja sin hijos: puede que esa situación sea la deseada por la pareja o puede haber un problema de infertilidad que causa dolor a esas personas. La gente de tu alrededor ejerce mucha presión, probablemente sin maldad, y esa presión nos estresa y nos incomoda. Yo ya he desarrollado una especie de callo emocional para evitar que esos comentarios inoportunos no me afecten… pero se hace difícil a veces.
En fin, sólo puedo decirte que entiendo perfectamente cómo te sientes porque en este camino creo que a todas nos pasa.
Un beso!!!
Me lo imaginaba… Yo sé que probablemente el comentario de una de ellas lo hacía desde el conocimiento porque un sobrino suyo se sometió a varios TRA. Es una de las caras ocultas de este proceso marcado por la infertilidad. Un beso y gracias por el comentario