He de confesar de que la palabra seminograma no sabía que existía hasta que nos dieron la cita en el Hospital para hablar del tema de la concepción, la cual estuvo muy bien y nos transmitió tranquilidad como ya os comentábamos en un post anterior. La idea de tener que hacerse dos seminogramas y máxime cuando los tienes que realizar allí, en su terreno, no es nada fácil digerirlo al principio. Sin embargo, poco a poco vas asimilándolo a pesar de no llegar a tener la más mínima idea de lo que ocurrirá en verdad ni de cómo se va a sentir tu cuerpo,  es decir, de si desconectará como si tal cosa y se centrará en lo que se debe centrar, de si la ansiedad le va a poder o ….

Pues ese es precisamente el motivo por el que os cito hoy aquí en esta mi doceava participación en la sección de ‘Confesiones de un buscador’. Pretendo comentaros lo que creo que puede ocurrir y lo que tengo miedo que ocurra en la susodicha prueba. Reconozco que es un paso que tengo que dar pues quiero ser padre cada día con más fuerza y más ganas y sé que ello ayudará a determinar si algo no funciona o si necesito ayuda de algún tipo, cosa que no me avergonzaría para nada, todo sea por nuestro futuro bebé.

Pues bien, paso a resumiros en diferentes puntos lo que creo que pasará y quiero que pasé:

  1. Iré con total calma allí con mi padre, aunque es una idea que aún está por confirmar, pues se me hace bastante incómodo que mi pareja esté esperándome fuera mientras yo estoy ahí dándole al asunto y básicamente porque ello me supondría más presión por hacerlo más rápido todo.
  2. Llegaré, presentaré los papeles y cuando me den paso, iré a la habitación de la extracción. Me darán el botecito, como cuando uno va a hacerse un análisis que tiene que llevar la orina, y a continuación pasará a la acción, en principio, sin revistas de ningún tipo ni nada por el estilo, vamos que utilizaré mi imaginación. De lo contrario, fácil será recurrir a lo otro. Pero mi intención no es.
  3. Después de haber depositado el semen en el vasito mágico, se lo entregaré a la enfermera y ésta lo archivará y me citará para dentro de una semana para una segunda prueba de verificación, sí suena como el programa éste del Objetivo de Ana Pastor pero qué le vamos a hacer.
  4. Finalmente, me iré con cara de satisfacción y sobre todo de relajación por haberme quitado ya una de las poco cómodas pruebas.

Ahora viene las preocupaciones o inquietudes que me puede surgir y a veces pienso en ellas por ser novato en esto:

  1. ¿Si fuera sólo será mejor o peor?. Acompañado por mi padre supongo que será más ameno porque intentaremos hablar de otras cosas y la espera será más llevadera pero y si me pregunta y no podemos hablar de otra cosa que no sea eso, ¿será perjudicial para mí?.
  2. Mi mayor inquietud es hacer el seminograma en un lugar que no conozco, que nunca he visto, donde han pasado muchos hombres para hacer lo mismo. Sólo espero que esté lo suficientemente limpio que sino, va a hacer la prueba rita la cantaora.
  3. Tengo el pensamiento que líquido mucho no es que suela salir como para llenar un vaso pero lo que más me preocupa, ¿seré capaz de meterlo dentro?. A uno se le puede acumular el trabajo. Algo meteré digo yo….
  4. ¿La cara de satisfacción se me notará tanto, o será fruto de mi imaginación que todos los que pasen por mi lado me vean con cara de haber estado dándole al asuntillo?

En definitiva, estas son algunas de las cosas que a día de hoy pueden llegar a rondar por mi cabeza en algún momento, aunque sé que todo esto se reducirá a sólo un instante por lo que todo lo pensado se irá al garete rápidamente.

En post futuro, os comentaré cómo me ha ido y demás detalles.

Un abrazo y gracias por seguirnos una vez más, hacer este camino juntos nos da más fuerzas para continuar.

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