La entrada de hoy está inspirada en un post del Blog
Planeando ser Padres que leí la semana pasada y que creo que todos aquellos que desde hace unos años se plantean ser padres han pensado, meditado, susumido y barruntado.
Al igual que con cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida, la de ser padres no es ni mucho menos fácil. Teniendo en cuenta la situación económica olas perspectivas de futuro, es complejo plantearse muchas cosas en estos momentos: independizarse, casarse, tener hijos. Pero estamos en lo de siempre ¿cuándo será el momento adecuado para dar el paso? ¿cómo detectarlo? ¿y si nunca vemos el momento?
Obviamente depende de las circunstancias de cada pareja. Desde nuestra propia experiencia tenemos que decir que se puede si una pareja se lo propone. Es posible afrontar esos pasos que hacen que cada persona vaya construyendo su vida. Y decimos esto con conocimiento de causa y viendo que a nuestro alrededor conocidos, amistades e incluso familiares no tienen perspectivas, no tienen un proyecto vital.
Afortunadamente, Mr. D lleva trabajando bastantes años y ha sido responsable ahorrando gran parte de lo que ganaba. Esto nos permitió meternos en la compra de un piso hace unos años. Como el piso no lo habían empezado a construir a mí me dio tiempo a empezar a trabajar. Hace una añito que tenemos el piso y tenemos un préstamo hipotecario bajo con lo cual tenemos cierta libertad económica. Que conste, que no somos ni mileuristas, pero sí somos hormiguitas. Hace tres meses nos casamos y organizamos la boda que quisimos siguiendo nuestros principios y sin morir en el intento. Ahora, después de 10 años de novios, 1 conviviendo y 3 meses de casados nos planteamos dar un paso más en nuestro proyecto de vida poniéndonos a buscar un bebé.
Entre los muchos miedos que tengo, uno es que si dejo pasar el tiempo puede que no encuentre momento para ser mamá. Actualmente trabajo en la universidad y soy consciente de que la investigación requiere mucha dedicación. Como ahora tengo cierto margen al estar haciendo la tesis doctoral, prefiero arriesgar por mi vida personal en estos momentos. En cuanto a Mr. D, su trabajo es estable pero la empresa va de aquella manera y, por tanto, la estabilidad puede terminar quedando en nada y como ahí él no decide, pues piensa lo mismo que yo.
Aunque en esencia no exista el momento perfecto para ser madre o padre, es preciso que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Económicamente me puedo permitir aumentar la familia?
- ¿Creo que mi situación va a cambiar en los próximos meses/años?
- ¿Qué puedo hacer yo para luchar por formar una familia?
- ¿Sé lo que conlleva traer un bebé a este mundo?
Parece una obviedad, pero reflexionar acerca de estas cuestiones puede que te acerquen a saber si este tu momento. Decidas lo que decidas puedes contarnos tus preocupaciones en los comentarios o en el formulario de contacto, estaremos encantados de escucharte.
Las siguientes entradas también te gustarán
Soy Esther, Doctora y profesional de la educación. Hace 6 años que comencé mi periplo en el mundo digital hasta llegar a hacer de ello un estilo de vida que me hace sentirme feliz y libre. He hecho de mi pasión, mi profesión.
Muchísimas gracias por este comentario y por contar tu experiencia. Estoy totalmente de acuerdo en lo que comentas. Un abrazo y espero que sí, que podamos pensar pronto en que somos más que un nosotros dos.
si lo miras fríamente quizás nunca te parezca que es el momento adecuado, pero creo que es algo que tienes que sentir. En mi caso hubiera sido madre mucho antes pero mi pareja no estaba preparado pero cuando lo estuvo no pensamos más.
Al final te das cuenta que muchas veces no necesitas tantas cosas y dependiendo de la economía de cada casa pues se tendrán que hacer más o menos sacrificio, pero como tendréis tanta ilusión no los veréis como tal.
Espero que pronto podáis ampliar vuestra familia.
Hola Marigem,
Lo primero de todo, queremos agradecer tu aportación porque las experiencias vitales muchas veces ayudan a los demás a ver un poco de claridad en las situaciones más conflictivas a nivel personal, emocional, familiar…
Estoy de acuerdo en que la decisión de tener un hijo no se puede basar en un impulso sin meditar cuál es la situación en la que económicamente se encuentra la pareja.Otro cantar es la situación laboral, que aunque sea estable, en verdad y dadas las circunstancias actuales de estable tienen más bien poco.
Yo lo veo en el caso de mi hermana que ha tenido estabilidad económica y laboral durante muchos años y ha esperado a ser mami bastante. Y ahora que las cosas no van tan bien, se lo tuvieron que plantear por la edad y ha sido mami con treinta y bastantes por primera vez.
Es una de las decisiones más complejas, la verdad. Teniendo en cuenta todos los cambios, a todos los niveles, que representan la llegada de un nuevo miembro a la familia no se puede tomar a la ligera.
Un beso!
Hola.
El tema es complicado porque realmente nunca sabemos lo que nos deparará la vida.
Yo fui mamá muy joven pero nuestra situación era más o menos estable. Durante muchos años vivimos normal, no éramos ricos ni mucho menos pero pudimos dar a mis hijos una buena vida, fueron a un colegio decente(no era lo más pero pude pagar los años que eran de pago porque era semiprivado), fueron a las actividades que necesitaron, tuvimos siempre vacaciones, no nos faltó nuestro coche, vamos que vivíamos normal. Y de pronto la crisis nos metió un revés brutal. Al tener hijos mayorcitos en ese momento hicimos muchas cuentas y nos fuimos arreglando, y afortunadamente la situación ha mejorado.
Si hubiese esperado para tener a mis hijos probablemente el revés me habría impedido mandarlos a este colegio, o no habrían podido ir a Londres de viaje de estudios, o quien sabe.Y entonces no estarían estudiando lo que estudian ahora, o no habrían aprendido música, o…es que no se sabe.
Yo creo que no se puede tener hijos a lo loco, o estando en el paro y cosas así, pero tampoco sabemos exactamente lo que nos va a deparar el futuro así que podemos improvisar un poco y tenerlos cuando veamos que nos va más o menos bien y queremos tenerlos, eso es lo más importante, que no vamos a sentir que estamos renunciando a cosas. En el fondo un hijo lo que más necesita es sentirse querido.
Un besín y una reflexión realmente interesante.