Llegamos a la semana 13, la última del primer trimestre. Esta semana, que se prometía de lo más tranquila y agradable fue una de las más difíciles y duras sin duda alguna. Una gastroenteritis me obligó a estar ingresada durante tres días en el hospital, donde sufrí un ligero sangrado. Este cuadro me provocó una pérdida de peso considerable, algo de anemia y un cansancio total.

Mis síntomas

Esta semana no noté ningún cambio notable a los síntomas que se habían ido sumando a lo largo de las últimas semanas. Lo único que puedo decir es que padecí dolor abdominal provocado por los vómitos recurrentes de la gastroenteritis.

  1. Dolores de regla leves.
  2. Calor, sobre todo, después de comer, ¡menudas fiestas!
  3. Ganas de hacer pipí más a menudo, incluso por la noche.
  4. Dolor en las tetis suave.
  5. Nauseas con mayor intensidad.
  6. Cansancio.
  7. Mal sabor de boca tras ingerir alimentos.
  8. Eructos e Hipo tras las comidas.
  9. Vómitos matutinos.
  10. Estreñimiento.
  11. Cambios en los senos y pezones.
  12. Empieza a asomar la tripita

Ingreso hospitalario y sangrado leve

La semana pasada os contaba con bastante detalle que a causa de una gastroenteritis aparecida de la nada estuve tres días ingresada y que durante mi estancia en el hospital sufrí un sangrado leve que pudo deberse a la rotura de un vaso sanguíneo del cuello del útero. Este ingreso nos permitió ver a nuestra Cosita Revoltosa en dos ocasiones y cada vez nos enamoramos más de esa criatura que está formándose dentro de mí. La verdad es que estos sustos justo en la franja del final del primer trimestre asustan sobremanera pero afortunadamente todo quedó en eso, un susto.

 Evolución del peso

Como podéis observar, esta última semana la pérdida de peso fue considerable. No es de extrañar después de estar más de 24 horas sin ingerir alimentos con suero. La recuperación es muy lenta, la verdad.

Peso hasta Semana 13

Mis sensaciones y emociones

Probablemente esta haya sido la peor semana a nivel mental y emocional por el ingreso y sobre todo, por el sangrado. Cuando vi esa poca sangre entré en pánico, pensé en lo peor. Menos mal que en pocos minutos reaccioné y cambié el chip, empecé a pensar en positivo y a hablar a mi preciosura. Creo que la reacción que tuve entra dentro de lo normal. Si a esto le sumamos mi debilidad física, el final de la semana 13 y el comienzo de la siguiente se me hicieron muy cuesta arriba.

 

Sobre Esther B.A.

Soy Esther, una mujer inquieta, una mamá de alta demanda y profesional de la educación.

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