Ahora que el final del curso lectivo es inminente, muchas madres y padres se encuentran en una situación compleja planteándose qué hacer con sus peques durante estos casi dos meses y medio sin colegio. Este es el primero de una serie de seis post en donde podréis encontrar diferentes opciones e ideas, con pros y contras, pero sin aludir a ninguna empresa o asociación en concreto porque para este año las matrículas de muchas de las actividades ya están cerradas y no quiero que los post puedan llevar a confusión.
Volviendo al tema que nos ocupa, es cierto que muchas familias tienen que desembolsar una importante cantidad de dinero para poder llevar a sus hijos a las diferentes actividades existentes, ya que la conciliación brilla por su ausencia. En esta primera entrega de ¿Qué hacemos en verano? os propongo que examinemos las posibilidades existentes para que esas actividades que elijamos tengan una doble función y entre ellas esté la de que los más peques aprendan o refuercen un idioma.
Actualmente, existe una gran competencia en materia de ensñanza-aprendizaje de idiomas y eso hace que cada vez surjan empresas y productos mucho más elaborados y que se vayan alejando de la enseñanza tradicional que nos ha tocado vivir y sufrir no hace tanto tiempo. Metodologías activas de enseñanza-aprendizaje que hacen que una lengua sea aprendida e interiorizada de forma natural. Estos son los productos que están al alza, sin dudarlo ningún momento.
¿Qué opciones existen para que nuestros peques practiquen o aprendan un idioma?
Afortunadamente, a día de hoy existen varias opciones, múltiples alternativas que dejan mucho margen para hacer una elección según diferentes criterios.
- Academias de enseñanza tradicional: ofrecen cursos de verano para niños de diversas edades. Normalmente a partir de los 6 u 8 años, aunque las hay que tratando de imitar a otras empresas, trabajan con niños más pequeños. De hecho podemos encontrar que algunas de las academias de idiomas siguen ofertando aprendizaje tradicional y otras que tratan de orientar sus actividades de verano a un aprendizaje más lúdico.
- Academias de inglés que basan su proyecto en el aprendizaje natural: son aquellas que, dejando de un lado la forma tradicional de adquirir una lengua, optan por ofrecer actividades perfectamente estructuradas para quien está ejerciendo el rol de profesor o profesora y al mismo tiempo son dinámicas porque requieren de una interacción constante de los niños y niñas.
- Estancias quincenales en campamentos de idiomas: esta alternativa lleva muchos años llevándose a cabo y ofrece vivir una experiencia de convivencia en la que el vehículo comunicativo en otro idioma cobra especial importancia y valor. Pero aquí existen dos tipos de campamentos, los que despliegan una metodología tradicional, basada en libros de texto al uso, y otros más novedosos que se sirven de metodologías activas donde se ponen en funcionamiento todas las habilidades para resolver actividades temáticas (de una semana de duración habitualmente).
Existen muchas opciones, todas muy distintas entre sí. Yo he tenido la suerte de conocer todas estas modalidades y tengo una opinión bastante formada sobre qué opción me parece la más interesante para que el aprendizaje de un idioma sea de la forma más natural posible. Pero sobre este tema ya hablaré con mayor profundidad porque la edad es un factor importantísimo para que se pueda dar un aprendizaje significativo y de manera natural para que los peques puedan interiorizar un nuevo idioma casi con los mismos patrones que la lengua materna.
Ventajas de las actividades idiomáticas para el verano
- Estas actividades están pensadas para crear situaciones comunicativas en otro idioma por lo que ayudan a mejorar las habilidades lingüísticas de los peques.
- En muchas de las empresas se ofrece la posibilidad de poder contratar el servicio por semanas, habiendo descuentos por la contratación de varias.
- En ocasiones se ofertan estas actividades en los propios colegios, otras veces se realizan en los propios locales de que la academia en cuestión tiene.
Desventajas de las actividades idiomáticas para el verano
- Son actividades bastante caras, sobre todo si se peinsa en los campamentos.
- Las actividades suelen desarrollarse en horario de mañana con lo cual no suele cubrir los horarios de trabajo de los adultos y por ello no suelen ser una solución para conciliar.
- Cuando se tratan de cursos tradicionales, pueden resultar duros porque requieren de mucha disciplina y aprendizaje memorístico.
Me gustaría saber vuestra propia experiencia, ¿habéis elegido actividades de este tipo para vuestros hijas e hijas? ¿qué pros y qué contras tienen según vuestra opinión o la de vuestros hijos e hijas? Si estáis interesados en que haga un post complementario con diferentes empresas o academias especializadas en el sector idiomas no tenéis más que decírmelo.
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Sobre Esther B.A.
Soy Esther, una mujer inquieta, una mamá de alta demanda y profesional de la educación.
Muchísimas gracias por contar tu experiencia. Es genial la suerte que tiene Álvaro porque va a aprender el inglés de forma natural y si el idioma está en su entorno le va a resultar muy significativo el aprendizaje. Gracias por la recomendación de la lectura. Me la apunto!
Al final el estar en contacto con un idioma es primordial para no perder habilidades. Pero bueno, si tenía otras preferencias también es bueno respetar sus gustos e intereses porque puede que en otro momento decida por sí misma que quiere estudiar inglés.
Es una muy buena opción la de la extraescolar durante el curso, sobre todo, por el tema económico y tu visión de futuro es extraordinaria.
Vaya faena María! Lo que comentas ocurrirá en muchas localidades no muy grandes en las que la oferta para el verano sea muy escasa. Y desafortunadamente, es lo que me ocurrirá a mí en el futuro.
Muy buena tu actitud jejeje A veces es complicado encontrar el equilibrio pero todo es mirar, remirar, comparar y elegir actividades divertidas para los peques.
Cristina, ahora mismo ya hay productos que verdaderamente son lúdicos y no sólo se basan en el aprendizaje tradicional. La mayor pega es esa, la del dinero y la conciliación.
Yo le hablo a Álvaro muchas veces en inglés, especialmente cuando estamos solos, porque no me gusta hablar delante de personas que no nos entiendan, no lo considero correcto. Y la televisión la ve exclusivamente en inglés cuando estamos en casa, además de leerle sus cuentos en el idioma también, entre otras cosas (canciones, juegos, etc). Conforme vaya creciendo, iremos implantando más métodos y actividades y cuando tenga edad suficiente, me gustaría que pasara un tiempo en el extranjero, tal y como lo hice yo en su día. Mi última estancia en el extranjero fue estudiando y trabajando, y fue una experiencia inolvidable. Además de eso, he estado veranos en Escocia e Irlanda y son experiencias que te dejan recuerdos maravillosos para toda la vida, además de conocer mucha gente.
Hay un libro que recomiendo a quién quiera educar a sus hijos de forma bilingüe: raising a bilingual child, de barbara zurer pearson. Muy recomendable. Hay tantas y tantas cosas por y para hacer para que aprendendan otro idioma. Pero el esfuerzo valdrá la pena, ya que los beneficiará para toda la vida.
Es una pena que sean tan caras las academias de inglés, yo la he llevado hasta hace poquito pero ahora entre el desembolso que es y que no era su actividad extraescolar preferida precisamente, lo ha dejado y se pierde enseguida.
Yo este año le he intentado reforzar en casa lo que daba en el cole (3 años). Pero el curso que viene ya está apuntado a la extraescolar de inglés. Viviendo en la Costa del Sol es fundamental saber inglés desde pequeños. Las academias privadas no me las puedo permitir.
Aquí hay poca opción con los idiomas. O llevas a los niños a unas aulas abiertas para todo el mundo que hay en un par de colegios (con el correspondiente desembolso, claro) o puedes tener la suerte de que su escuela tenga escuela de verano para que se pasen la mañana nadando y jugando al fútbol. En este caso yo prefiero la segunda opción porque las aulas de verano son de estudio y repaso, nada lúdicas y enfocadas sobretodo a niños que han suspendido algo y tienen que recuperar. Por supuesto nada de esto está abierto por la tarde, con el consiguiente problema a la hora de conciliar.
La verdad es muy complicado conciliar trabajo y vida familiar 😉 es una opción interesante la que brindas , espero que estas vacaciones que justo comienzan hoy dentro de media hora jajaj , pueda lidiar de unas formas que el peque se lo pase bien y yo no pierda la cabeza ni me duela mucho el bolsillo jajaja Besos
La verdad es que es complicado cuando quieres conciliar, pero esta es una buena opción, pero siempre y cuando sea de una forma lúdica porque para eso están de vacaciones. De momento mi leoncito es muy pequeño, pero cuando sea más mayor no quiero ni pensar qué hacer jejeje
Naikari, gracias por tu comentario. Efectivamente, el desembolso que hay que hacer es muy fuerte ojalá y la compatibilidad horaria no es la mejor. ¡Ánimo y gracias por compartir tu experiencia personal!
Yo durante el curso llevo a mis hijos a una academia de inglés que basa su proyecto en el aprendizaje natural, y si, tiene el inconveniente de que es carísima.
En verano, les voy a llevar una semana solamente, porque es tan cara, que no me puedo permitir mucho más, sin tener en cuenta, que las llevo en mi semana de vacaciones, porque trabajando no me cubre todo mi horario de trabajo.
Hay alguna más barata, lo sé, pero si mis hijas van contentas a esa academia y los resultados son buenos, prefiero no cambiar de academia y método, ni siquiera en verano.
Un saludo
PD Para los campamentos todavía son pequeñas, o al menos los que se ofertan por aquí